El viernes 3 de octubre, todos los alumnos de primero de
bachillerato recibimos la visita de Amin Sheikh, un hombre indio de 34 años que
en su infancia fue un ‘niño de la calle’.
Durante la conferencia, Amin nos contó cómo había sido su
vida. En realidad, su historia me parece una historia de superación.
Desde los
5 años huyó, salió corriendo, y fue a parar a una estación de Bombay, donde
pasó 3 años de su vida. Poco después, Amin, su hermana y un amigo fueron
rescatados por unos religiosos, los cuales les llevaron al orfanato que
dirigían en Bombay. Amin volvió a la calle, pero gracias a un hombre su vida
cambió completamente.
Cada anécdota o recuerdo
que Amin nos contó me hizo reflexionar. Es cierto que,aquí,en España,
muchas veces no somos conscientes de las situaciones que se viven en otros
países, o si lo somos, la mayoría de nosotros no hacemos nada para ayudar.
Su historia me hizo pensar en la multitud de personas,
especialmente niños, que sufren de pobreza. Es increíble saber que allí, los
niños son abandonados, muchos viven en la calle, tienen que robar o pedir
limosna… ¿por qué existen tantas desigualdades? ¿no podemos hacer algo?
Amin, este hombre, aún afirma que sigue siendo un niño de la
calle, y que lo único que quiere hacer es ayudar a los miles de ‘amines’ que
hay en Bombay.
Sin apenas estudios,ha conseguido publicar un libro sobre la
historia de su vida, que está traducido en 5 idiomas y dentro de poco en un total de 10.
Me asombra el modo en que está haciendo realidad su sueño,
su alegría, su forma de transmitir su historia… Es una historia que llega al
alma, que sensibiliza a todo el que la escucha, por el mero hecho de que por un
instante, estás siendo consciente y cómplice de lo que una persona ha sufrido a
lo largo de su vida.
Ver a Amin luchando por conseguir su objetivo me transmitió
seguridad. Es decir, este hombre, ha superado todo lo que se ha ido encontrando por su camino y, pese a la dureza de su vida, tiene esperanza, piensa que él es
capaz de todo.
Su proyecto: montar una cafetería en Bombay con el dinero
recaudado de su libro y seguir ayudando a los niños de la calle. El lema de su
futura cafetería demuestra por sí solo la bondad y solidaridad de este hombre.
“Elimina el más, elimina el menos, haznos iguales. Esto es
humanidad.”
Como él dice: ‘Las cosas en la cabeza parecen muy sencillas
de hacer, pero cuando te pones a hacerlas te das cuenta de que es mucho más
difícil.’
Ha sido una experiencia realmente inolvidable. Me quedo con
cada una de las cosas que nos ha transmitido, pero especialmente me quedo con lo
siguiente:
“La gente me ha hecho mucho daño, sí, ¿pero por eso tengo
que hacerles daño yo también? No. Si no cambias tú, las cosas siempre seguirán
igual. Alguien tiene que romper el ciclo de la violencia.”
Nosotros debemos ayudar a cambiar esta situación.
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